Uno de los problemas más comunes de los perros en los ojos es el prolapso de la glándula de Harder, que ocurre cuando la glándula en el tercer párpado se sale de lugar y forma una protuberancia en el ojo del perro. Esto suele ocurrir en los primeros años de vida y puede ser causado por factores genéticos o por algún tipo de trauma.

Existe una solución para esto, la cual es una cirugía llamada tarsorrafia. Durante esta operación, se sutura el tercer párpado para mantener la glándula en su lugar y evitar que se vuelva a desplazar. Aunque como en cualquier cirugía, existen algunos riesgos como infección, hemorragia y problemas de cicatrización.

Después de la cirugía, tu perro necesitará de algunos cuidados especiales para asegurarse de que se recupere completamente. Tu veterinario te dará instrucciones detalladas sobre cómo cuidar de tu perro después de la cirugía, incluyendo información sobre la medicación y los cuidados postoperatorios.

Es importante mencionar que el prolapso de la glándula de Harder no es muy común, pero es más frecuente en razas grandes de perros y en perras jóvenes. Si esto sucede, no se recomienda utilizar a estas hembras como reproductoras debido a su predisposición familiar.

En el caso de la hiperplasia o prolapso vaginal, esta ocurre durante el celo o los días de antes y se debe a un aumento de estrógenos o laxitud del tejido conjuntivo vaginal. El tratamiento recomendado es la ovariectomía (esterilización) y reducción manual de la masa. Después de la cirugía, la masa puede volver a protruir ligeramente, pero en unos días bajará la inflamación del todo y se resolverá.

Recuerda que si notas algún síntoma como protuberancias en el ojo, enrojecimiento ocular, lagrimeo excesivo y parpadeo frecuente en tu perro, lo mejor es acudir al veterinario para que te brinde el diagnóstico y tratamiento adecuados. ¡La salud de nuestros peludos es muy importante!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *